Cuidadores de Ternura: Tejiendo Vínculos para Sanar en la Costa Norte
Por Mayra Sánchez
Psicóloga y Magíster en Docencia Universitaria.
Coordinadora del CSMC "La Esperanza"en La Libertad, Perú.
Desde niña, soñé con ofrecer refugio y sanar a quienes se encontraban en situaciones vulnerables. Nací y crecí en uno de los distritos más convulsionados del país, donde aún resido. Estudié psicología y actualmente soy la responsable de uno de los 288 Centros de Salud Mental Comunitario de nuestro territorio.
En 2022, viví una experiencia reveladora. Por primera vez, muchas de mis intuiciones infantiles cobraron un sentido claro, dotadas de nuevas categorías y comprensión. Lo que había permanecido en penumbra se iluminó, transformando por completo mi perspectiva del mundo. Hoy quiero compartir esa vivencia que marcó un antes y un después en mi camino profesional y personal.
Un Encuentro con la Ternura: El Inicio de “La Voz de mi Corazón”
En plena recuperación de la pandemia, retornamos a la presencialidad con el reto de desarrollar un programa de restauración para niños, niñas y adolescentes sobrevivientes de violencia, especialmente de violencia sexual. Nos aliamos con el equipo de World Vision y comenzamos a diseñar un proyecto llamado La Voz de mi Corazón. Desde el primer momento, ese nombre resonó profundamente en mí.
El objetivo era devolver a nuestros usuarios la alegría y la confianza perdida, transformando sus vidas. Lo que no anticipamos fue la manera en que el programa nos cambiaría a nosotros mismos.
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La Ternura como Fuerza Vital
Comprender la ternura como una fuerza generadora de vida, capaz de florecer incluso en medio de adversidades, nos permitió hacer un viaje introspectivo. Reconocer nuestras propias experiencias de infancia y las fortalezas heredadas de nuestras familias abrió el camino para convertirnos en multiplicadores de ternura y cuidado en cada interacción humana.
Tras participar en los talleres de Bálsamo de Ternura, nos sentimos preparados para implementar el programa La Voz de mi Corazón. Sabíamos que el camino sería arduo: nos enfrentábamos a la sobrecarga de usuarios, escasez de recursos, condiciones adversas del distrito e inestabilidad política. Sin embargo, contamos con el valioso respaldo de World Vision, que nos permitió soñar en grande y avanzar sin desfallecer.
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Un Espacio Seguro para la Sanación
Con mucho esfuerzo y dedicación, creamos espacios terapéuticos en el centro:
🥁 Musicoterapia: Con instrumentos y equipos musicales que estimularon la expresión emocional.
🌳 Recuperación de espacios verdes y de juego: Áreas que brindaron un lugar seguro y alegre para el esparcimiento.
🗓️ Reorganización de actividades: Reestructuramos nuestras jornadas sabatinas para incorporar el programa en su totalidad, que incluyó cuatro componentes clave:
🎨 Arteterapia y artes plásticas: Un canal para la expresión libre.
🧠 Terapia cognitivo-conductual grupal: Herramientas para abordar pensamientos y conductas.
❤️🩹 Bálsamo de Ternura: Un espacio seguro para padres, madres y cuidadores.
🧩 Sesiones de juego libre y articulado: Facilitando la confianza y el desarrollo social.
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La Transformación de los Participantes
Participaron 16 niños, niñas y adolescentes, todos diagnosticados con antecedentes de violencia intrafamiliar. Las evaluaciones realizadas al inicio y al final del programa evidenciaron cambios significativos en su concentración, conducta y habilidades relacionales.
Fuimos testigos de una verdadera apertura del corazón: niños y adolescentes que volvían a confiar en sí mismos, en sus compañeros y en los adultos. Una de nuestras psicólogas describió su experiencia como profundamente gratificante, al brindar contención emocional y observar cómo los participantes se liberaban del peso de sus heridas pasadas mediante el arte, la música y el juego. Su autoestima creció y comenzaron a expresarse con libertad.
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Historias que Marcan
Una madre compartió su testimonio, que nos conmovió profundamente:
Pensé que había perdido a mi hija al verla tan mal. Hoy doy gracias a Dios porque la veo sana. Cuando la traje al centro, ni siquiera hablaba. Permaneció en el programa porque le gustaban la música y la pintura. Los maestros y doctoras fueron cariñosos y pacientes. Ahora está más expresiva y decidida en sus actividades. También participé en el programa Bálsamo de Ternura, que me ayudó a identificar mis emociones y entender que la ternura es clave en la crianza de mis hijos. Eso me fortaleció y me permitió salir adelante por mí y por ellos.
El Rol Restaurador de los Padres y Cuidadores
El trabajo restaurativo con los padres fue crucial para el éxito del programa. La sanación de las propias heridas permite a los cuidadores convertirse en el pilar emocional de sus hijos. Una crianza basada en ternura, amor, protección y respeto es fundamental para el desarrollo integral de los niños y les dota de herramientas para enfrentar la vida con bondad y resiliencia.
Los talleres de Bálsamo de Ternura ayudaron a los padres a mejorar su autoestima, reducir el estrés y desarrollar habilidades prácticas para la resolución de conflictos, la toma de decisiones y la comunicación efectiva. Estas transformaciones mejoraron tanto su bienestar como el de sus familias.
Un Camino Sin Límites
Hoy, más que nunca, los niños, niñas y adolescentes enfrentan desafíos psicosociales que requieren un soporte emocional sólido. Mi sueño de albergar y sanar sigue intacto, pero ya no me siento limitada por los recursos o las condiciones adversas. Ahora sé que cada paso hacia el cuidado de la vida cuenta. La ternura es una fuerza poderosa que nos conecta de corazón a corazón y que puede cambiar el mundo, comenzando por nuestras propias familias.
