Reparación del daño y restauración de la armonía en la comunidad educativa
Las comunidades educativas son tan amplias y variadas, que no les exime de tener que enfrentar situaciones de conflicto. El conflicto puede comprometer la estabilidad de las relaciones de las personas participantes de las comunidades educativas, teniendo un efecto también en su dimensión socioemocional.
En contextos donde existen una serie de factores externos cargados de violencia, que permean las dinámicas de las comunidades educativas, es imperante contar con recursos que apoyen tanto a las personas menores de edad, como a las personas adultas a contrarrestar la violencia con ternura.
La ternura en las comunidades educativas o eduternura, es un componente importantísimo que aporta una visión de educación que promueve la convivencia inclusiva, intercultural y democrática que dignifica a las niñas, niños y adolescentes en la educación considerando el afecto como principal elemento en las relaciones y para el aprendizaje[1] ,pero también un recurso que tienen las comunidades educativas para trabajar la reparación del daño a partir del perdón y la restauración.
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Pero, ¿por qué es importante hablar de perdón en las comunidades educativas?
El perdón es un regalo, es un acto de profundo amor y responsabilidad que permite reparar y fortalecer nuestros vínculos con otras personas. Pedir perdón y perdonar, nos conecta con nuestra vulnerabilidad y nuestra condición humana.
También es parte de nuestra identidad cristiana, un llamado a que vivamos en comunidad, en armonía unos con otros y cercanía de Cristo, vivo ejemplo del amor y el perdón,
Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.
(Efesios 4:32 -NTV)
Trabajar con las comunidades educativas el perdón, sobre todo con las personas menores de edad, desde edades tempranas, permite identificar el error o el daño, pero, sobre todo, reconocer el dolor que puede causar en el otro. Es una oportunidad para fortalecer la empatía y otras habilidades sociales, que devuelvan la armonía en el espacio educativo.
El perdón y la reconciliación, nos conduce a la restauración y la restauración, permite que vuelvan a aflorar los valores, las prácticas y los sentimientos que distinguen a las comunidades educativas que sientan sus bases en el diálogo, la ternura y la cultura de paz.
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Restauración de la armonía, 5 claves para comenzar a trabajar desde las comunidades educativas:
- Hacer de la comunidad educativa, un espacio seguro: establecer acuerdos y acciones que prioricen la protección, la libre opinión y la cultura de paz.
- Promover de manera intencional espacios de diálogo: espacios pensados para que se pueda practicar de manera segura y confortable la escucha, la libre opinión, la toma de decisiones a través de la asertividad.
- Reconocer y reafirmar: destacar los talentos y los dones de cada miembro y cómo aportan al desarrollo y bienestar del colectivo.
- Practicar la ternura: emplear el afecto y la ternura, con palabras, gestos y actitudes.
- Incorporar el juego: reconocer el juego como una herramienta que permite, entre otras cosas, fortalecer el vínculo, desarrollar habilidades, aprender a cooperar y negociar, resolver conflictos y compartir.
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En medio de las situaciones dolorosas y preocupantes que se viven en muchas comunidades educativas, producto de la violencia, la educación con ternura llega como un elemento diferenciador, con capacidad de transformación, a través de ejercicios simples pero genuinos de perdón, reparación del daño y la restauración.
Demos un espacio a la ternura, en el convivir de las comunidades educativas.
Por: Melania Castillo, Especialista en Advocacy de World Vision Costa Rica.
[1] World Vision (2024). Marco conceptual de Eduternura.
