La Ternura transforma vidas
La violencia se ha instalado como un elemento cotidiano en la vida de nuestros países y comunidades a nivel de Latinoamérica. Solo es necesario ver/leer las noticias diarias en nuestros países para hacernos una idea de la dimensión de la problemática en nuestro continente.
Todos los días las niñas, niños, adolescentes y mujeres son las principales víctimas de esta problemática instalada en la “normalidad” de la violencia.
Es en este contexto que nos preguntamos, ¿nuestros sistemas de protección están dando respuestas adecuadas/pertinentes para la eliminación de la violencia?
Desde algunos rincones de América Latina, se enarbola al concepto de seguridad ciudadana, como una respuesta pertinente y efectiva para el abordaje de la violencia. ¿es esto cierto?
El aumentar las luminarias en un barrio o comunidad, el dotar a la policía de mayores efectivos o de armas más poderosas, ¿será lo que erradicará la violencia de nuestras calles, de nuestros barrios, de nuestros hogares?, el construir cárceles más grandes o endurecer las penas contra los/as que ejercen la violencia contra otros/as, ¿erradicará este fenómeno de nuestras vidas?
Frente a estas acciones que plantean soluciones que no son sostenibles o que no abordan la raíz del problema de la violencia (ya que en lugar de disminuirla/erradicarla, la sostiene/perpetúa), es que se plantea el principio de la tierna protección. Abordando la raíz del problema: las relaciones en las que se valida la violencia: relaciones familiares, de pareja, relaciones laborales, sociales, donde no se reconoce al otro/a como sujeto de derechos, alguien que tiene los mismos derechos que yo (mujer, niña, hombre, niño, etc.).
Las niñas, niños, adolescentes y mujeres víctimas de violencia atendidas por los sistemas de protección, son nuevamente víctimas de violencia, esta violencia institucionalizada que no los ve desde una mirada humana.
La Tierna Protección representa una luz de esperanza y sanación para las niñas, niños, adolescentes y mujeres que han sufrido las dolorosas secuelas de la violencia. Más que un mero sentimiento, es una postura ético-política que reconoce la importancia de abrazar la ternura como una poderosa fuerza transformadora. La ternura tiene el poder de restaurar la dignidad y el bienestar de aquellos que han sido vulnerados, proporcionando un refugio acogedor, seguro y amoroso dentro de los sistemas de protección.
En este entorno de Tierna Protección, cada niña, niño, adolescente y mujer es reconocido, escuchado, comprendido, respetado y consolado de manera compasiva y solidaria. Los funcionarios que operan en estos sistemas no solo cumplen su rol, sino que también se identifican con la vulnerabilidad de quienes buscan ayuda, respondiendo con empatía y compromiso. Este enfoque gradualmente permite que las personas vulneradas recuperen fuerza, voz, seguridad y esperanza, capacitándolas para participar activamente en los procesos de restauración y búsqueda de justicia.
La Tierna Protección es más que un conjunto de políticas y procedimientos; es una filosofía que reconoce la importancia de nutrir el alma herida con el poder sanador de la ternura. En un mundo marcado por la violencia, la Tierna Protección emerge como una brújula de esperanza, que muestra el camino hacia la sanación emocional y la reconstrucción del sentido de seguridad y confianza en sí mismos y en el mundo que los rodea.
“El respeto al derecho ajeno es la paz” Benito Juárez
Estrategias efectivas para promover un enfoque más compasivo y sensible en la intervención: Principios de la Tierna Protección de la Niñez
- Restaurar los vínculos heridos por la violencia
- Acompañar las niñas y niños en el proceso de sanar, resignificar y trascender el trauma vivido
- Asegurar que las niñas y niños que vivieron violencia están integradas y floreciendo en su comunidad
- Reconocer y denunciar los actos de violencia para abrir el camino hacia la justicia restaurativa para los ofensores
- Memoria y justicia para todos los actos de violencia y opresión contra la niñez ejercida por el estado o por otros grupos organizados
Escrito por: Jorge Kolle, Experto de Protección y Participación de la Niñez en World Vision Bolivia
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