La creación de Dios es eterna, somos creados a imagen y semejanza de Dios. Sin embargo, es necesario recordar la alianza, el mundo no sólo nos rodea, sino que somos parte de la creación, y todo lo que surge en torno a ella, a su vez tenemos una responsabilidad como humanidad:
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Génesis 1: 27- 28).
Lectura sugerida: la importancia del cuidado de la creación
En la consulta online para niños y niñas, aplicado en el 2023 por Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas - enfocada en los Derechos de niños y niñas sobre el cambio climático y el medio ambiente - aplicada sobre la Observación General Nº 26, los niños, y niñas aconsejan:
“Incluir a los niños y las niñas en el desarrollo de planes, decisiones y soluciones de adaptación y proteger a los niños y las niñas que ya están experimentando los efectos del cambio climático. Esto incluye reforzar las instalaciones escolares y las tuberías de agua contra tormentas, inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos, y proporcionar suministros de alimentos en casos de emergencia” (OHCHR, 2023).
El reclamo de participaciones de los niños, niñas y adolescentes se pueden observar en algunas organizaciones de la sociedad civil en Chile liderado por adolescentes y jóvenes, que han levantado la voz con acciones para acentuar la necesidad de concientizar sobre el cambio climático, con el fin de dar a conocer las repercusiones que tienen, y cómo afectan.
Una de las organizaciones que desarrolla una línea de trabajo en Chile es la Conferencia Nacional de Juventudes sobre Cambio Climático Chile LCOY, entre sus demandas señalan: “Se demanda la aplicación de la educación ambiental obligatoria a la sociedad civil, a entidades públicas y privadas, en donde la perspectiva indígena y sus principios de sustentabilidad, como lo es el buen vivir, deben estar presentes” (Declaración LCOY, 2023).
Por otro lado, la organización Adolescentes Impacta de Chile, señala que en el país la educación ambiental ha sido clave en el desarrollo ambiental, porque aún tienen deudas que saldar en ese campo. Un paso trascendental en esta línea se logró al incorporar la educación ambiental en la Ley 19.300 (1994) de Bases Generales del Medio Ambiente, situando al nivel de instrumento de gestión ambiental y por ende, como una obligación el Estado. De hecho, la Ley 19.300 señala que la educación ambiental es: “un proceso permanente de carácter interdisciplinario destinado a la formación de una ciudadanía que reconozca valores, aclare conceptos y desarrolle las habilidades y las actitudes necesarias para una convivencia armónica entre seres humanos, su cultura y su medio físico circundante” (Art N°2, letra h). (Adolescentes Impacta, 2023).
Ambas organizaciones lideradas por adolescentes y jóvenes reúnen a más de 70 organizaciones de niños, niñas y adolescentes, enfatizando la necesidad de alzar la voz en pos de acciones concretas relacionadas con el cambio climático.
La creación está en riesgo, y es relevante considerar las voces de los niños, niñas y adolescentes que se están levantando desde una participación real, activa, consciente, acciones concretas, que nos permiten tener esperanza en una sociedad civil en movimiento, y posicionando desde diversos espacios.
El llamado es a escuchar, dar el espacio para participar a los niños, niñas y adolescentes y a considerar aquellas voces en la toma de decisiones.
Escrito por: Karina Ojeda. Coordinadora de Fe y Desarrollo de World Vision Chile.