Sobre la autora: Especialista de Espiritualidad, Protección y Educación en World Vision Nicaragua.
En este blog compartiremos una serie de consejos para practicar la paternidad con ternura, pero antes, debemos comprender en qué consiste esta revolución de la paternidad.
La ternura se entiende, en primer lugar, como una forma de comunicación humana por la que no solo se establecen vínculos con palabras, sino también con expresiones de afecto, como caricias, miradas, sonrisas y otras formas de transmitir amor. En segundo lugar, se entiende como una práctica de convivencia incluyente y solidaria con la que se acoge a todas las personas por igual porque se les reconoce su dignidad y valor. Y, en tercer lugar, también se percibe como un vínculo de relaciones humanas que ayuda al crecimiento de la afectividad, la confianza y la seguridad, para que las personas “desarrollen la capacidad de afrontar las dificultades que surjan a través de la vida”.
La ternura es una forma de relacionarnos, de convivir y de construir una sociedad más justa y solidaria. Es “una revolución cultural que anima el florecer humano y social […] que se cultiva desde relaciones de amor, cuidado de la vida en todas sus expresiones y reivindicación política del derecho al cuidado libre de violencia y pleno de amor”. (Grellert, 2016.)
Por otra parte, la paternidad tiene una vinculación con lo humano, desde lo social y lo legal. En Nicaragua, desde el Código de la Familia en el Art. 188, Alcance de la paternidad y maternidad se establece como paternidad y maternidad responsable, el vínculo que une a padres y madres con sus hijos e hijas, que incluye derechos y obligaciones, ejercidos responsablemente y de forma conjunta en el cuido y crianza, alimentación, afecto, protección, vivienda, educación, recreación y atención médica, física, mental y emocional de sus hijas e hijos, a fin de lograr su desarrollo integral.
Podemos establecer entonces que el ejercicio de la paternidad no se limita al cumplimiento de condiciones básicas con el fin de lograr el desarrollo integral de las niñas, niños y adolescentes, sino también, debe incluir una serie de tareas que hacen sinergia con el cumplimiento desde el marco de derechos hasta el bienestar de la niñez, donde es necesario acompañar, guiar y recorrer juntos por la construcción de la resiliencia, fomentar la comunicación humana, expresiones de afecto, transmitir amor, practicar la convivencia incluyente y solidaria, reconocer su dignidad y valor, vincular las relaciones humanas que ayudan al crecimiento de la afectividad, la confianza y la seguridad de los hijos.
La paternidad vista desde el rol que la figura masculina representa en nuestra sociedad, es la de un proveedor en sentido económico, con cero involucramiento en el cuidado y desarrollo temprano de los niños y niñas y con nulas manifestaciones de acompañamiento emocional o muestras de cariño. También, ha sido una responsabilidad tradicional de los hombres ejercer dominio y corregir la conducta de sus hijas e hijos y de manera especial, mostrar un alto control sobre la conducta sexual de las mujeres; sin embargo, la responsabilidad de socializar yvincularse emocionalmente con los hijos e hijas ha sido una tarea relegada únicamente en las mujeres. Tomando en cuenta esta división, donde los roles de género marcan grandes desigualdades en las familias, World Vision Nicaragua promueve la paternidad con ternura desde la implementación del modelo de Crianza con ternura con padres y madres, con el fin, de establecer la relación positiva con sus hijas e hijos, que se fundamenta en la valoración y la dignidad de la vida de las niñas, niños y adolescentes.
A través de la crianza con ternura, buscamos erradicar la crianza autoritaria, permisiva y negligente, pues esto genera miedo y dolor a los niños y niñas internalizando en ellos una cultura del desamor, limitando su desarrollo, crecimiento y reproduciendo el círculo de la violencia en su entorno.
En este artículo conoceremos algunos consejos para ser practicantes de la paternidad con ternura, rompiendo con los estereotipos socialmente construidos, enfocados en contribuir en el bienestar de la niñez, donde los padres juegan un rol activo, empático yprotagónico en la educación de los niños y niñas, teniendo como centro y ejemplo la ternura que proviene de Dios, quien es un padre amoroso, misericordioso y compasivo.
Estas recomendaciones pueden variar dependiendo de la dinámica familiar y pueden transformarse considerando los intereses personales de cada niño/a o bien de las oportunidades que se pueden generar:
Aquí te dejamos un bonus:
Te invitamos a que como padre de familia te animes a planear y participar en actividades que propicien la unión, comunión y el compartir con familia (una tarde de películas en familia, juegos de mesa, actividades en el jardín o el patio, hornear, pintar, etcétera). No dejes que esta tarea sea responsabilidad de tu esposa, rompamos con esa etiqueta y también ayudarás a minimizarle la carga física y emocional de tener sobre sus hombros la estabilidad emocional de la familia.
Ser padre y esposo te convierte en un miembro que debe generar seguridad y armonía a toda la familia.
Adopta en tu rutina familiar las recomendaciones que sentís que se adaptan mejor a tu hogar. Con ellas, incidirás en el bienestar de tu familia, llenarás a tus hijos e hijas de buenos recuerdos que les acompañarán de por vida y heredarás una cultura de amor, corrección y paternidad con ternura a tus futuras generaciones.
Serás el creador de adultos sanos, padres tiernos y protectores; pero recuerda, el ejemplo debe empezar en vos.
Bibliografía
*Anna Grellert, notas personales en la conferencia-taller sobre Crianza con ternura, ofrecida en Santiago de Cuba, Cuba, 27 de mayo de 2016.)