La ternura como herramienta para construir sociedades inclusivas
En la búsqueda constante de fortalecer la inclusión y combatir la discriminación, las instituciones educativas reconocen la importancia de cultivar la ternura como un valor fundamental. La ternura, manifestada en la empatía, comprensión y cuidado hacia los demás, se erige como un pilar esencial para crear entornos educativos más seguros y respetuosos.
La Ternura como Antídoto Contra la Discriminación
La discriminación, ya sea por género, raza o religión, persiste como un desafío en diversas sociedades. En este contexto, las comunidades educativas desempeñan un papel crucial en formar actitudes y valores que generen espacios seguros. Aquí la ternura emerge como un antídoto poderoso contra la discriminación.
Fomentar la ternura en aulas y patios de recreo no solo impulsa el respeto hacia las diferencias, sino que también crea un ambiente propicio para el aprendizaje y desarrollo emocional. La ternura impulsa la creación de comunidades donde la diversidad se celebra, y cada individuo se siente valorado y respetado.
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Estrategias Prácticas para Cultivar la Ternura en Entornos Educativos
Al incorporar prácticas concretas, estas estrategias se convierten en el cimiento esencial para infundir ternura en el entramado educativo:
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Resultados Esperados: Comunidades Educativas más Resilientes y Tolerantes
Al hacer de la ternura un principio rector, las comunidades educativas no solo contribuyen a la formación académica, sino que también juegan un papel fundamental en construir sociedades justas e inclusivas. Al cultivar la ternura, se sientan las bases para comunidades educativas más resilientes, tolerantes y preparadas para enfrentar los desafíos del mundo con empatía.
Escrito por: Rosita Haro | Psicóloga clínica de la Unidad Educativa Quito sur. Coordinadora DECE.